Sobre mí.
Mi nombre es Marcelo, soy tejedor, diseñador de amigurumis, lector compulsivo y amante de la poesía. Dedico mis días al tejido, a la escritura y a la invención de aconteceres semi imposibles. Tengo los años que tú quieras que tenga y por si te lo estás preguntando, sí, mi comida favorita es el pan tostado con mermelada. El otro día, mientras iba bajando la quebrada de la casa de la abuela, me encontré con un sapo que no era Eusebio, el sapo devino en hogar y los hogares que ya habían revoloteado junto a las polillas tardías devinieron en puerta. La puerta tenía un tapete plegado de siglos convexos y bajo ese tapete me encontré un poema mal escrito que, siglos después, me enteré que lo había escrito yo.
Cuando sea pequeño iba a ser Príncipe
y el calor de las galletas iba a convertir en uno
siempre tejían,
siempre bordaban,
siempre cantaban...
siempre escribían cartas a la abuela.